El polen es el polvo que las abejas obreras recogen de las flores y transportan en sus patas de vuelta a la colmena para alimentar a su colonia. Este polvo está formado por gránulos que contienen las células reproductivas de las plantas y que una vez deshidratado, se convierte en un complemento alimenticio estupendo. ¿Sabes que tomar polen era una costumbre que ya se practicaba en los tiempos del antiguo Egipto? Lo llamaban “pan de las abejas” y no andaban nada desencaminados al aprovecharlo. Lee hasta el final y descubre por qué tú también deberías incorporarlo en tu rutina diaria.
Motivos para tenerlo muy en cuenta
El polen de abeja es considerado un súper alimento por contener 19 de los 21 aminoácidos esenciales en la naturaleza. Es por ello que se le atribuyen propiedades únicas como nutriente. Se compone de azúcares simples, proteínas, vitaminas, ácidos grasos y minerales tales como potasio, magnesio, calcio, fósforo, hierro y zinc.
Beneficios de tomar polen de abeja
- Con un inmenso poder energizante, remineraliza el organismo y es un excelente aliado en épocas de crecimiento.
- Tomar polen está principalmente indicado para recuperar fuerzas si has padecido alguna enfermedad, si sufres de cansancio, si te afectan los cambios de estación o si sientes que necesitas un aporte de energía
- Favorece la circulación sanguínea sellando y fortaleciendo los vasos sanguíneos.
- Es un estupendo aliado cardiovascular, ya que reduce los niveles de colesterol, triglicéridos y lípidos del cuerpo.
- Te ayuda a prevenir infecciones dérmicas y a controlar el sebo. Y es que cuenta con propiedades astringentes y calmantes para la piel.
Cómo incorporarlo a tu día a día
Después de descubrir toda esta batería de virtudes, seguro estarás pensando cuál es la cantidad que debes tomar para beneficiarte al máximo de esta fuente de energía y maravillosas cualidades.
Como todo “buen tomador de polen”, terminarás midiéndolo a ojo. Pero para empezar familiarizándote con la cantidad correcta, ten en cuenta que una cucharilla de café al día es más que suficiente.
Por su poder energético, hazlo mejor de buena mañana. Puedes tomarlo directamente o añadirlo al yogur, a los cereales o a tus batidos.
¿Suena bien verdad? Pues espera a probarlo y experimentar en primera persona todo lo que esta gran concentración de micronutrientes puede hacer por ti.
